La reunión Putin – Biden. El primer acercamiento

El pasado miércoles 16 de junio de este año, los presidentes Vladimir Putin de Rusia y Joe Biden de Estados Unidos, se reunieron en la Villa La Grange en Ginebra, Suiza, en un primer intento de encontrar rutas de cooperación y superar los desacuerdos que han tenido en los pasados meses. Un poderoso apretón de manos fue el primer gesto diplomático donde las miradas del mundo estuvieron centradas en esta reunión de alto nivel.

Vladimir Putin valoró como positiva esta plática, pero manteniendo aún ciertos desacuerdos como el hecho de que Joe Biden se mostrará con una dura actitud hacia la detención y deterioro de la salud del opositor ruso Alexei Navalny.

“Considero que no hubo ninguna hostilidad. Al revés. Nuestro encuentro transcurrió en una clave de principios, nuestras valoraciones difieren en muchos aspectos. Pero desde mi punto de vista, ambas partes demostraron el deseo de comprender el uno al otro y de buscar un acercamiento de las posiciones”, ha afirmado el presidente ruso.

Por su parte Biden declaró que su agenda no es en contra de Rusia sino que: “es por el pueblo estadounidense” Agregando que no es el momento para una (nueva) Guerra Fría entre ambos países.”

En una conferencia de prensa posterior a la reunión, el presidente ruso anunció que los embajadores de Rusia y EE.UU., Anatoli Antonov y John Sullivan, respectivamente, regresarán a sus lugares de trabajo aunque no especificó una fecha en concreto.

Las relaciones entre estas naciones subieron de tensión cuando el pasado marzo el presidente de EE.UU. señalara como “asesinó” al mandatario ruso, por lo que llamaron al embajador ruso a Moscú y mandaron una recomendación al representante de la delegación diplomática estadounidense a abandonar el país.

Pero también existieron diferencias en la plática. Para el líder ruso, el opositor Navalny “sabía que estaba incumpliendo la ley” y que iba a ser arrestado una vez que regresara a Rusia. Mencionó también la hipotética posibilidad de que Ucrania forme parte de la OTAN descartando esta posibilidad.

Sobre Aleksei Navalny, Biden advirtió que “las consecuencias serían devastadoras para Rusia” si llegase a morir.

Fuente: AP Photo/Patrick Semansky

Los temas abordados

La reunión estaba diseñada para una duración de cinco horas que finalmente solo fue de cuatro para tocar temas importantes entre ambas naciones. Entre los temas más relevantes que se discutieron fue el apoyo del Kremlin al régimen de Bielorrusia, las acusaciones de ciberataques de Rusia a EE.UU., el papel de Rusia en el territorio del este de Ucrania, los derechos humanos y la persecución de opositores rusos y la detención del líder opositor Navalny.

Entre otros temas, se abordaron el estado actual y las perspectivas de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, los temas relacionados a la seguridad informática y la lucha contra la ciberdelincuencia, la cooperación económica, el clima y medio ambiente, la lucha contra el COVID-19 y el territorio del Ártico.

Ambos mandatarios discutieron y evaluaron la situación en Oriente Medio, Siria, Libia, Afganistán y la península de Corea y el controvertido programa nuclear iraní.

Sin duda, muchos temas a tratar en los que ambas naciones tienen interés y estos intereses llegan a ser contrarios.

¿Pero qué logros se alcanzaron con este encuentro y en qué temas tuvieron diferencias ambos líderes?

Fuente: AP Photo/Patrick Semansky

Puntos de acuerdo

1. El regreso de sus embajadores y la liberación de presos

Antes de la reunión en Suiza, ambos países habían aceptado que sus relaciones diplomáticas estaban en su punto más bajo. Rusia acababa de incluir a los Estados Unidos en su lista de “países hostiles.”

Después de la reunión entre ambos mandatarios, se acordó restituir a los embajadores en las respectivas capitales. Los embajadores habían sido llamados a consulta el pasado mes de marzo, luego de que EE.UU. acusara a Rusia de interferir en las elecciones presidenciales de 2020.

El presidente Putin tocó el tema de alcanzar un posible acuerdo para intercambiar prisioneros. Se acordó que los ministros de asuntos de relaciones exteriores de ambos países estudien la posibilidad de la liberación de prisioneros de alto perfil y se reúnan para discutir sobre estrategias de seguridad en conjunto.

2. Armas nucleares y ciberseguridad

Biden manifestó que Putin se había mostrado abierto para “ayudar” a EE.UU. en que Iran no adquiriera más armas nucleares, así como también ofreció ayudar a la lucha contra el resurgimiento del terrorismo en Afganistán.

Sobre el tema de ciberseguridad, uno de los puntos más difíciles a tratar, se alcanzó una especie de acuerdo que no estuvo exento de tensiones. Ambos líderes informaron de la conformación de un grupo de trabajo para desarrollar una estrategia en conjunto para contener los ataques cibernéticos y abordar la problemática desde ambos lados.

“Creemos que la esfera de la ciberseguridad es extremadamente importante para el mundo en general, incluyendo a Estados Unidos y Rusia en el mismo nivel”, declaró Putin.

3. Respeto entre ambos líderes

Había incertidumbre sobre el trato que ambos líderes iban a manifestarse durante el desarrollo de las pláticas y si estos se iban a dirigir ataques personales, especialmente luego de que Biden llamó a Putin “asesino” el pasado marzo. Pero esto no se llevó a cabo y los líderes manifestaron respeto mutuo tras el cierre de la cumbre bilateral.

El presidente ruso declaró: “Si me preguntas qué tipo de aliado… es Biden, diría que es muy constructivo”.

“Es muy balanceado, justo como lo esperaba. Tiene mucha experiencia, te das cuenta a primera vista”, continuó y concluyó que “es muy distinto a su predecesor”, el expresidente Donald Trump.

Biden por su parte, le regaló a su contraparte una escultura de cristal de un bisonte estadounidense  “uno de nuestros mamíferos más majestuosos y símbolo de fuerza, unidad y resiliencia.”

Puntos en desacuerdo

1. Restricciones en las libertades políticas

Cuando se le cuestionó al mandatario ruso sobre este tema recordó el asalto al capitolio el pasado 6 de enero declarando que no quería que ese tipo de caos se desatara en Rusia.

“Si hablamos de quién está matando a quién o encarcelando, la gente fue al Congreso de EE.UU. con exigencias políticas. A más de 400 personas se les impusieron cargos criminales, enfrentan sentencias en prisión de hasta 28 años. Les están llamando terroristas domésticos.”

Biden atajo estos comentarios desde su propia rueda de prensa declarando que era una “comparación ridícula.”

 “En Rusia, hay personas intentando manifestarse de manera pacífica que no tienen permitido hablar libremente”, puntualizó.

2. Discrepancia sobre el líder opositor Navalny

Navalny cumple una pena en prisión de dos años y medio, después de que un tribunal fallara que había violado las condiciones de una sentencia previa de cárcel.

El opositor había cumplido recientemente 24 días en huelga de hambre.

Durante la conferencia de prensa de Putin, el mandatario se negó a referirse a Navalny por su nombre y lo culpó de su propio arresto, afirmando que había regresado a Rusia desde Alemania pese a saber que había una orden de detención en su contra.

Por su parte, Biden manifestó haber abordado el caso de Navalny y otros dos ciudadanos estadounidenses “indebidamente encarcelados” en Rusia. Una corresponsal de la cadena CNN le preguntó por qué confiaba en que Putin cambiaría su comportamiento. “No me siento confiado”, dijo mientras se aproximaba a la periodista. “Lo que he dicho es que su conducta cambiará si el resto del mundo reacciona a sus acciones, y esto perjudica su lugar en el mundo”, dijo en tono molesto.

3. El caso de Ucrania

Este fue otro punto de desacuerdo entre Biden y Putin. El mandatario ruso se mostró poco dispuesto a hacer concesiones sobre la presencia militar en la frontera oriental de Ucrania que se ha incrementado en días recientes, acusando a los líderes en Kiev de romper los términos del acuerdo de alto al fuego con los rebeldes prorrusos.

Biden expresó que Estados Unidos mantendrá “su compromiso inamovible con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.”

Las relaciones entre Washington y Moscú llevan años deteriorándose, especialmente tras la anexión rusa de Crimea en desafío a Ucrania en 2014, la intervención rusa en Siria en 2015 o las acusaciones de injerencia en las elecciones de 2016 que llevaron a Trump al poder en Estados Unidos.

Así fue como concluyó un encuentro que levantó una gran expectativa entre dos de las naciones más influyentes y poderosas en el mundo que terminó sin la animosidad que se esperaba, aunque sí con diferencias marcadas.

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