1999, un año que indicaba el fin de un siglo y de un milenio. El internet ya se comenzaba a hacer algo común en nuestras vidas y se comenzaban a masificar los aparatos de telefonía móvil, la forma de escuchar y consumir música aún se hacía por medios físicos como el C.D. y el cassette. Los discos de vinil eran vistos como un objeto ya muy pasado de moda, y los muy pocos, los seguían guardando, buscando y coleccionando.
En este año es cuando Gustavo Cerati decide romper el silencio después de la separación de Soda Stereo y de su último y mítico concierto en el Estadio Monumental de River Plate en Buenos Aires, Argentina.
Ya habían pasado dos largos años…
Los integrantes se dedicaron a otras actividades: Charly abrió un portal de internet que llevaba por nombre Yeyeye.com, incursionando en la Web. Zeta Bosio tomó el rol de promotor y productor de nuevas bandas. Gustavo Cerati después de un par de años dedicados a la familia y con proyectos dedicados a la música electrónica (Plan V y Ocio) decide que es momento de componer, grabar y sacar un nuevo disco.
En palabras de Gustavo Cerati: “Ahora vengo con Bocanada. Mi primer disco solista… Soda Stereo para mi también significaba una relación, te diría como de pareja. Así que cambiar de barco inmediatamente no hubiera sido muy saludable. La verdad es que no sentí ganas. Y por ahí justamente lo más simple y lo más efectivo para poder disfrutar un disco es tener eso, tener ganas de hacerlo”. (Fuente: Maitena Aboitiz. Cerati en primera persona. Edit. Ediciones B, Argentina 2012. pág.154).
Cerati nos explica un poco más sobre el disco: “ A pesar de toda la tecnología, Bocanada es un disco básicamente romántico. En algún punto es poético hasta la exageración, pero es mi decisión: yo quise que ese fuera su perfil. Es un álbum en el que la melancolía juega un papel muy importante, pero intento que nos lleve hacia una situación eufórica a través de la música. Que vos percibas la melancolía de las melodías, de los arreglos y de las letras, pero que el todo tienda hacia la felicidad de todas maneras. Eso es lo que intento conseguir con mi música. El disco habla de final y de comienzo, sin que yo me lo haya propuesto. Lo descubrí escuchándolo con más distancia”. (Fuente: Aboitiz. op.cit. pág. 160).
Sobre la composición del disco y de los músicos que lo acompañaron en la creación de su obra: “Cerca del final de Soda Stereo yo venía componiendo bastante: temas con guitarra y cosas más electrónicas, con computadoras. Algunos bosquejos quedaron, pero la mayoría de los temas nuevos salieron cuando me propuse seriamente hacer un álbum de canciones. Después vino el natural proceso de selección y la conformación del staff: Flavio Etcheto, con quien encare también el proyecto de Ocio, es mi coequiper permanente. Leo Garcia participó mucho espiritualmente y en el trabajo de las voces. Además están Fernando Nalé en bajo, Martín Carrizo en batería y Alejandro Teran, que escribió los arreglos para la orquesta que grabamos en Inglaterra”. (Fuente: Idem.).
Bocanada representó para Cerati, una forma de liberarse de la carga, la presión de ser el líder de Soda Stereo y dejar todo eso atrás, en su momento, para enfocarse en componer nueva música que con su anterior grupo, le era complicado explorar otros sonidos con los que ya nos había dejado señales en anteriores discos que saco como proyectos alternos, cuando aún Soda Stereo estaba vigente.
Temas ya clásicos como: Engaña, Bocanada, Puente, Río Babel, Verbo Carne, Raíz, Paseo Inmoral, fueron lanzados como sencillos y algunos con su respectivo videoclip siendo el más recordado “Puente” donde Gustavo se embarca en un viaje en un helicóptero que nunca levanta el vuelo, donde aparecen diferentes integrantes, de su entonces banda, recorriendo la Avenida Corrientes, en Buenos Aires, donde al final del video el único que vuela es Gustavo, quedándose el helicóptero siempre en tierra.
Sin duda, Bocanada es uno de los mejores trabajos solistas de Cerati donde incursionó en diferentes géneros como el rock, funk, música electrónica, trip hop, downtempo, música clásica, jazz, e inclusive, el bolero.
El disco fue como una bocanada de aire que le dio a Gustavo Cerati, ese respiro tan necesario en su carrera y también a nivel personal.