Dejábamos atrás la primera mitad de la década de los 90. Se quedaban los mejores años del Grunge junto a grandes canciones y discos que ya en estos años se consideran clásicos del rock.
Pero aún había resabios de ese movimiento y grupos que se sentían identificados con el sonido y la manera de componer mantenían viva la llama del género.
Por su parte en México, Guillotina, banda liderada por Manuel Suarez en la guitarra y voz, Alejandro Charpenell en la batería, El Manco en el bajo y Jorge Vilchis como segundo guitarrista (poco después saldría del grupo), lanzaron su segundo disco de estudio en 1996. El cual se tituló: Rock Mata Pop, un nombre contundente que nos preparaba para lo que escucharíamos en este disco y una consigna de guerra para desechar a todos esos grupos y cantantes de un Pop plástico, hueco y prefabricado que predominaban en las estaciones de radio comerciales y en la mayoría de las cadenas de videos de la década.
Guillotina se consolidaba con este disco, como una banda con un sonido rudo, contundente, machacante, que entregaba lo que proclamaba en el título del disco.
“Rock Mata Pop” fue Producido, grabado y mezclado por Jack Endino, productor del primer disco de Nirvana (Bleach), durante los meses de mayo y junio de 1996 en Estudios La Cocina, en la Ciudad de México. Masterizado por Eddie Schreyer en Oasis Mastering en Los Angeles, California.
La producción ejecutiva corrió a cargo de Enric Rodamilans y Guillotina.
Recordemos los principales tracks del disco
No queda nada
Rola que abre el disco. Una mezcla perfecta entre un riff de guitarra y la batería de Charpenell, nos preparan para mostrar lo que vendrá en las demás canciones de la grabación. Su solo de guitarra, aunque es un poco corto, dura lo necesario para ayudar a cerrar este primer track.
No da igual
Sencillo que se desprende del disco. Una canción que empieza con una guitarra acústica acompañando a una guitarra eléctrica creando una buena armonía para después explotar con unos buenos acordes eléctricos junto a una base de batería. No se puede evitar pensar en la influencia de Pearl Jam al momento de componer esta canción.
Cuando queremos creer
Con este track el disco vuelve a subir su intensidad. El riff que predomina en la mayoría de la canción, es el sello distintivo y aquí es donde el grupo se escucha con esa potencia que caracteriza a la mayoría de las canciones.
Desde la primera vez que escuché esta pista, me quedé con una frase final de la letra: ¿Por qué soportamos ver que crece un niño que ha visto matar?/ ¿Cuándo vamos a lograr olvidarnos de esta crueldad? Una frase que en estos días llenos de violencia nos puede parecer algo común, pero en esos años, la violencia no estaba tan desbordada y hasta parece que se adelantó a su tiempo vaticinando años caóticos.
Aquí
El sencillo más representativo del disco. Sin temor a equivocarme, muchos que empezamos a seguir al grupo lo hicimos por esta canción. Unos acordes nos introducen a la atmósfera de la canción. La batería de Alejandro Charpenell me parece de lo mejor logrado en este track y junto a los riffs pesados y la voz de Manuel, se complementan para crear una de las canciones más recordadas del grupo e infaltable en sus presentaciones en vivo. La canción tuvo una gran aceptación en la radio y el video se proyectaba con buena regularidad en los canales de videos.
Un minuto de silencio
Canción dedicada a Kurt Cobain como una manera de demostrar el respeto y la admiración del grupo a una de las últimas leyendas de la música y a su gran legado que inspiró a muchos a formar una banda y darle al rock. Un papel y un pensamiento, en el último momento…
Días de paz
Puedo asegurar que esta canción está inspirada por los acontecimientos políticos y sociales que se suscitaron en el México de aquellos años. El movimiento zapatista de liberación nacional en el estado de Chiapas tenía pocos años de haber irrumpido en la vida política, social y económica a nivel nacional e internacional. Aún se sentían los estragos del conflicto y las consecuencias que trajo a cientos de personas de los municipios chiapanecos.
Estoy harto
Rola machacante que nos vuelve a poner en sintonía para sacar toda la energía restante antes de terminar el disco. Una canción que puede ser tomada como una bandera de rebeldía hacia las personas, los hechos nefastos de la vida y sacar toda la frustración acumulada. Era difícil contenerse para iniciar el slam con esta rola en sus conciertos.
El solo de guitarra es cortesía de Jack Endino.
El tiempo es nuestro
Track que cierra el disco. Una canción que nos recuerda a lo hecho por Nirvana y Pearl Jam. Una pista tranquila con un cierto toque de nostalgia, con el feeling de que el tiempo es efímero y tratamos de que no se nos escape de las manos… como un suspiro.
Guillotina fue una banda importante en México por varios años, sus presentaciones en vivo son inolvidables por la entrega, el coraje y la honestidad en su música. Al paso del tiempo, todavía tiene a un gran grupo de seguidores que mantenemos viva su música y tenemos grandes recuerdos de sus conciertos, como en el primer Festival Vive Latino en 1998.
Y como gritaba Manuel Suarez en los conciertos de Guillotina: ¡¡ROCK MATA POP!!
Te dejamos sus redes sociales para que conozcas más de la banda.
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Eahhh que buena reseña, describiste lo que me pasó con cada track y compartes datos que desconocía, seguro están en mi top 5 de discos y de bandas, que buen viaje amigo.
“Estoy harto” gran canción.